Cuando la mera traducción se vuelve inadecuada para alcanzar objetivos de marketing predefinidos, se debe realizar un proceso de adaptación más complejo, una traducción creativa, que llegue al público objetivo con el mismo «impacto emocional» del idioma original. A través de una escritura atenta del texto, la transcreación permite ampliar los objetivos y la estrategia de la comunicación local a un público internacional, en uno o varios idiomas.